CRUCEROS
CLASE
"Y
así es que no nos cansaremos de decir que los buques eran magníficos;
que en instrucción no cedían a los mejores de cualquier
marina del mundo," |
Caspar
F. Goodrich y Richmond P. Hobson inspeccionando los restos del Teresa,
el cual sería reflotado por los americanos con la intención
de repararlo e incorporarlo a la US Navy
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El origen de los cruceros del tipo Vizcaya se encuentra en el Real Decreto de 13 de Octubre de 1887 por el cual se modificaba el anterior programa de construcciones navales, de tal manera que debía sustituirse la construcción de 1 de los cruceros de 4.500 t. y los 8 cruceros de 3.200 t. por 6 cruceros acorazados cuyo desplazamiento oscilaría entre las 6.500 t. a las 7.000 t. |
Para
dar trabajo a los arsenales estatales, 3 de los cruceros acorazados deberían
construirse en ellos mientras que los 3 restantes serían sacados
a concurso público entre empresas españolas y foráneas
pero con la obligatoriedad de llevarse a cabo su construcción en
España. |
El modelo escogido era una versión agrandada y con una artillería más potente de la clase de cruceros británica "Orlando" -que desplazaba 5.000 t. - y que fueron construidos por la Sociedad Astilleros del Nervión. |
Cada uno de los cruceros tenía un desplazamiento de 7.000 t. y contaba con una artillería potente compuesta por: |
q
dos cañones principales de 280 mm de calibre, colocados uno en
proa y otro en popa en sendas torres barbetas; |
Desarrollaban una velocidad de 20 nudos aunque el día del fatídico combate de Santiago de Cuba, el Vizcaya, con sus fondos sucios desde hacía algún tiempo, no alcanzaría mas de 10 ó 14 nudos. |
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Contaban
con una protección blindada que consistía en: |
q
entre 50 mm y 76 mm de blindaje protegían la cubierta; |
Los tres buques dejaron la ría de Nervión para dirigirse hasta el arsenal de El Ferrol para ser alistados en fechas diferentes, siendo el primero en acudir allí el Infanta María Teresa, que lo hizo el 28 de agosto de 1893, seguido por el Vizcaya el 2 de agosto de 1894 y el Oquendo el 21 de agosto de 1895. |
Dos
imágenes del insignia Infanta María Teresa días después
del combate.
Tomadas por Caspar F. Goodrich y Richmond P. Hobson momentos antes de subir al buque para inspeccionarlo |
Las pruebas de mar realizadas en ellos fueron altamente satisfactorias, como se colige en la REVISTA DE OBRAS PÚBLICAS donde se publicó el resultado de las mismas en los siguientes términos: |
PRUEBAS DEL CRUCERO INFANTA MARÍA TERESA |
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Siendo
las condiciones del contrato que la velocidad había de sostenerse
en 20 nudos, con una presión en la caldera de 145 libras por pulgada
cuadrada, y una presión de aire en el tiro de 1 ½ pulgadas,
resultan las pruebas altamente satisfactorias, y que las máquinas
de este precioso buque llenan por completo las condiciones impuestas. |
En su corta existencia, apenas 5 años de servicio, estas modernas
y potentes unidades fueron comisionadas para desempeñar relevantes
misiones para La Armada. |
Y
tan sólo una año antes de iniciarse la guerra con los EEUU,
el Teresa, acompañado por el crucero Infanta Isabel, viaja a Nueva
York con motivo de la inauguración del monumento al general -y
presidente de Norteamerica- Ulysses S. Grant. |
A pesar de ello, el 24 de septiembre de 1898 los norteamericanos consiguen reflotarlo y, tras realizarle en Guantánamo unas reparaciones provisionales, lo remolcan en dirección a EEUU donde pensaban someterlo a una profunda reparación. Por fortuna para España, el 1 de noviembre una terrible tormenta lo deja a la deriva, siendo encontrado poco después embarrancado en Cat Island -Bahamas- ; sus desperfectos eran tan graves en esta ocasión que hicieron imposible su recuperación. |
Por su parte, entre algunas de las misiones desempeñadas por el Vizcaya cabe destacar la llevada a cabo en junio de 1897 en Gran Bretaña, siendo el representante español en la conmemoración del LX aniversario de la reina Victoria. |
Tras
la visita de cortesía realizada por el Maine a La Habana, España
envía a Nueva York para devolver la visita al crucero Vizcaya,
que llegaría el 19 de febrero de 1898, cuatro días después
de que el Maine hubiera volado por los aires. |
El día 1 de abril, ambos se dirigen con rumbo a Cabo Verde, donde arribarían el 19 del mismo mes para unirse a los restantes buques del Almirante Cervera. |
Dos
imágenes del Vizcaya, convertido en un amasijo de hierros calcinados
y retorcidos.
Caspar F. Goodrich y Richmond P. Hobson se encuentran realizando la inspección del buque. |
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