Los abusos de la administración española en el archipiélago filipino, unido a la corrupción y al inmenso poder del clero peninsular frente al clero nativo, fueron paulatinamente provocando un sentimiento de rechazo entre la población filipina hacia el dominio español. A ello hay que sumar el hecho de que cada vez era más frecuente que los jóvenes filipinos viajasen a España y a Europa para cursar estudios, llevando a Filipinas consigo nuevos aires e ideas que criticaban el clima de abuso existente en el archipiélago y que proponían, a su vez, la realización de una serie de reformas políticas.

Uno de los fundadores de la Liga Filipina, Andrés Bonifacio, fundaría una asociación secreta el mismo día que se publica la orden de exiliar a José Rizal a Dapitan.
El objetivo era preparar la lucha armada para conseguir la independencia. El inicio de tal sublevación debería tener como preludio una matanza indiscriminada de españoles, pero un arrepentido contaría la trama a un sacerdote español que daría rápidamente la voz de alarma.

Los objetivos que perseguía el KATAASTAASAN KAGALANGGALANGAN KATIPUNAM NG MGA ANAK NG BAYAN o como sería más conocido, el KATIPUNAN, basicamente eran los siguientes:
Äla lucha por la independencia filipina sin escatimar para ello en medios;
Äla solidaridad entre sus miembros y la protección de los desvalidos;
Äfomentar la higiene, promover la cultura y la educación.

La estructura organizativa del KATIPUNAN estaba influenciada, entre otras sociedades secretas, por la masonería. Comprendía tres niveles:
q el "Sanguniang Balangay", Consejo Popular;
q el "Sanguniang Bayan", Consejo Provincial;
q el "Kataastaasang Sanguaniaan", Consejo Supremo.
Cada uno de dichos niveles estaba regido por Consejos que estaban formados por un Presidente, un Fiscal, un Tesorero y un Guarda del Templo.
El poder ejecutivo de la organización lo ejercía el Consejo Supremo, formado por los Presidentes de los Consejos Provinciales y Locales.

En el caso del Kataastaasang Sanguaniaan o Consejo Supremo, el Presidente recibía el nombre de "Supremo".
El Poder Judicial lo ejercía el "Sanguniang Hukuman", a pesar de que algunos actos de disciplina interna los juzgaba directamente el Consejo Supremo.

Las comunicaciones internas del KATIPUNAN se llevaban a cabo a través de códigos cifrados que eran cambiados con regularidad para evitar que las autoridades españolas pudieran descifrar y conocer las órdenes del KKK a sus afiliados.
Los miembros del KATIPUNAN estaban divididos, a su vez, en tres niveles:
ÄKATIPUN o Asociado;
ÄKAWAL o Soldado;
ÄBAYANI o Héroe.
Cada uno de estos niveles poseía sus propios

distintivos y santo y seña. En el caso del KATIPUN su santo y seña era "anak ng bayan" (hijo del pueblo) y sus distintivos una máscara negra con las letras blancas Z. Ll. B. formando un triángulo.
El KAWAL se distinguía con el santo y seña "Gom-Bur-Za" (iniciales de los párrocos Gómez, Burgos y Zamora, fusilados en Cavite en el año 1.872), y por una máscara verde con las letras Z. Ll. B. formando un triángulo.

El BAYANI, por su parte, se distinguía mediante el santo y seña "Rizal"; llevaba una máscara roja con los bordes verdes y con las letras KKK en forma de triángulo. En la base de la máscara se encontraban las letras Z. Ll. B.

Ateniéndonos a lo descrito en el libro Campaña de Filipinas. La División Lachambre. 1897 escrito por el Teniente Coronel Don Federico de Monteverde y Sedano, el escalafón de mando del Katipunan así como sus insignias de empleo, que se llevaban en el lado izquierdo excepto el Generalísimo, que usaba otras en el lado derecho y el sombrero, eran las siguientes:

EMPLEO

DIVISAS LLEVADAS EN:

Generalísimo

la letra K

en sentido vertical el siguiente símbolo:

las letras Z.L.I.B.

Teniente General

dos círculos concéntricos unidos por radios con la letra K en el medio

Mariscal

Brigadier

Coronel

Comandante

en sentido vertical:

los Ministros

una K

Secretario del Generalísimo
(Teniente General)

en sentido horizontal:
KKK

El ingreso en el KATIPUNAN estaba precedido de un rígido ceremonial conocido como HASIK, en el cual el candidato era presentado al Consejo por un katipunero, para posteriormente formalizar por escrito su deseo de afiliación.
Una vez aceptado como candidato daba comienzo su iniciación mediante un ceremonial que constaba de tres partes:
Äla primera parte constaba de una declaración de intenciones del solicitante;
Äla segunda parte era una de caracter oral en la cual el candidato debía responder de una determinada forma a las preguntas que se le hacían, provocando una toma de conciencia en el solicitante de la situación que atravesaba Filipinas;
Äla tercera parte era un juramento que debía firmar con su propia sangre.

Con la muerte de Andrés Bonifacio por orden de Emilio Aguinaldo, deja de existir el KATIPUNAN, dando paso a un gobierno revolucionario que continúa su lucha contra España por la independencia de Filipinas.